Reserva Marina de Cabo de Palos
Un oasis de vida en el mediterráneo
Las aguas de Cabo de Palos fueron declaradas Reserva Marina en 1995 por la excepcional belleza y conservación de sus fondos. Su excelente estado de conservación ha favorecido una amplísima diversidad biológica, formada por extensas praderas de Posidonia oceánica y formaciones coralígenas de naturaleza rocosa con paredes que descienden a más de 40 metros de profundidad.
La zona de islas Hormigas constituye, además de una zona de indudable valor ecológico y cultural, un destino reconocido por la Fundación Cousteau, como el mejor lugar del Mediterráneo para la práctica del buceo.
Incluida por National Geographic en el Top 20 de los mejores lugares de buceo del mundo debido a su extraordinario patrimonio sumergido
RESERVA MARINA CABO DE PALOS - ISLAS HORMIGAS
¿Qué necesito para bucear en la Reserva Marina de Cabo de Palos?
- Presentación en formato físico del documento de identidad o pasaporte, titulación y seguro de buceo en vigor
- En aguas interiores de la Reserva Marina se requiere el pago de una tasa de 5€ por inmersión
- Deberás completar un cuestionario médico (descargar aquí)
- En aguas exteriores (Bajo de Fuera) se requiere certificado de Test de buceo responsable
Las Palomas
El Punto de inmersión más reciente de la Reserva, situado al Oeste del Bajo de Testa. La vida que lo puebla es similar a la del resto de la reserva, aunque aún no está acostumbrada a la actividad de los buzos, por lo que es más esquiva. Cañones, grandes rocas y cortados dan forma a este bajo, lo que le hace único para servir de refugio a multitud de vida marina. Profundidad: de 6 a 18 m.
Una gran formación rocosa en forma de meseta, rodeada por un campo de posidonia oceánica y algas coralígenas. Bucearemos entre los 8 y los 24 metros de profundidad. Nos sorprenderemos con los dentones que acuden a cazar en los bancos de boga, creando un increíble espectáculo natural. En esta inmersión también encontraremos desperdigadas alrededor del bajo varias anclas de gran tamaño.
Es un Bajo que se encuentra en mar abierto y que se alza desde los 27 hasta los 8 m. de profundidad. No tendremos la protección de la costa y debemos de llevar cuidado con la corriente. Como en el resto de puntos de la Reserva Marina, la vida es explosiva, No resulta raro avistar águilas marinas o peces luna entre los grupos de barracudas, pero destaca sobre todo por su gran población de meros de todos los tamaños. Se cuentan por decenas y nadan acostumbrados a la presencia de los buceadores.
Este bajo ofrece uno de los grandes espectáculos de la Reserva por la explosión de vida que alberga durante todo el año Se trata de una montaña alargada y mayor que su vecino, el Piles I. Bucearemos entre los 12 y 20 metros de profundidad, disfrutando con la presencia de grandes grupos de corvinas, meros pequeños y grandes, abadejos, morenas y cigarrones en sus agujeros. En días de corriente es habitual disfrutar de la danza circular de grandes bancos de barracudas y numerosos sargos y dentones. En el fondo encontraremos bancos de arena, cascajo y posidonia a una profundidad entre 20 y 35 metros.
Este promontorio submarino se eleva desde los 40 metros de profundidad hasta una cota mínima de 3 metros y es uno de los puntos de inmersión más emblemáticos en Cabo de Palos. En la cara norte del bajo encontramos una cueva que atraviesa gran parte del bajo con grandes grupos de corvinas. Partiendo desde el fondeo en dirección oeste, encontraremos las famosas agujas, a unos 30-35 m. con un canal en medio donde es fácil toparnos con grandes meros, dentones, barracudas, sargos reales y gorgonia blanca y roja. La mayor parte de la vida marina se concentra entre los 15 y 25 metros, por lo que podemos recorrerlo en una sola inmersión.
El Bajo de Fuera se considera una de las mejores inmersiones de todo el Mediterráneo. Se trata de una montaña con una caída desde los 3,5 hasta los 60 metros de profundidad. Sus aguas pertenecen a las aguas exteriores de la Reserva Marina y acogen una vida impresionante: grandes bancos de lechas, dentones, atunes que cazan al paso, tortugas, sargos reales, meros, águilas de mar y peces luna. Todas estas especies se refugian entre los restos del Nord América, el Minerva y por supuesto el famoso Sirio, el mayor accidente de la navegación civil en las costas españolas durante el siglo XX. Los numerosos barcos que se hundieron aquí conforman un extraordinario patrimonio sumergido que atrae a buceadores de toda Europa.